23/12/16

Bitácora de San Nicolás


Si estas leyendo esto, es porque acabas de terminar de ver mi travesía en "La amnesia de Papa Noel", y entender mi búsqueda de la verdad.

Si querido amigo, yo había perdido la memoria, pero gracias a Dios he recuperado mi identidad, he vuelto a ser San Nicolás, un amigo de nuestro Señor, y ahora también un amigo tuyo.

Sí, un amigo que quiere que cada Noche Buena y durante todas las noches de tu vida, aceptes el dulce pacto de cuidar de nuestro Niño Dios. Acércate a él, habla con él, pídele que reine en tu casa, trabajo y vida. Dale tu corazón para que lo haga mejor.

En esta Navidad, que cada regalo que entregues sea con un te quiero y dándole gracias a nuestro niño Jesús. Es por ello que quiero regalarte algo a ti y puedas mirar el corazón que tanto te ama: https://youtu.be/Z4lZdlKLHP0.

¡Feliz Navidad!, y recuerda que a tu casa no llega Papá Noel, llego yo San Nicolás y te llevo al rey de esta fecha: el niñito Jesús.

22/12/16

Jesús, tu amigo secreto.


Quisiera contarle una pequeña historia querido lector, una historia que es cotidiana y recurrente: el jugar al amigo secreto en vísperas de Navidad.

Una tarde de diciembre, luego de haberme esmerado por ser un amigo secreto decente (vale decir, regalar algunas cosas con cierto valor y dejar una que otra frase positiva) recibí una nota simple con un caramelo de limón. El papelito decía “ten un buen día”, me indigné; ¿un caramelo de limón?, la verdad me sentía desilusionado, otro año más que en el juego del amigo secreto recibiría un regalo comprado al azar y sin ningún interés. Fue así que con mi naturaleza más humana me dije: “¿por qué me voy a esmerar entonces, si voy a recibir cualquier cosa?” 

No faltó mucho para que llegara el día de la entrega de regalos, todos estaban reunidos y uno a uno se iban entregando sus obsequios. En eso se me acerca el practicante de mi área, y me entrega un libro diciéndome: "disculpa que no haya podido tener detalles como los demás, pero estaba ahorrando para este libro que sabía lo estabas esperando". Me quedé con la boca abierta.

Querido lector, Jesús juega al amigo secreto todo el tiempo, nos regala papas calientes, nos entrega retos que no entendemos, permite dificultades que no deseamos, pero que forman parte de un gran rompecabezas, que, mirado desde su amor, es el regalo que tanto estábamos esperando y más. No cometamos el error de despreciar las pruebas de Dios, sus pequeños regalos, aceptémoslos con el alma dispuesta.

No nos desalentemos cuando no entendamos los regalos de Dios, formemos un corazón con ganas de dar, es nuestra oportunidad para evangelizar y evenagelizarnos creativamente, con mente fresca, entreguémonos con lo mejor. Seamos más conscientes de que dar nos da felicidad, que recibir lo que Dios nos manda es una manera de no quedarnos en nuestro estado de confort, sino que es una inyección de energía, para hacer crecer nuestra fe en ÉL.

¿Quieres que Jesús sea siempre tu amigo secreto?

5/12/16

Jugando a las escondidas con el niño Jesús


Querido lector déjeme contarle una historia: Cuando niño mi abuela juntaba a sus 13 nietos para armar el nacimiento y el árbol de Navidad. era un día lleno de entusiasmo y alegría. Unos colocaban las luces (que para variar no prendían luego de haberse pasado enredadas como un ovillo de lana todo el año). Siempre había uno que otro personaje depostillado, pero si no era María, José o el niño Jesús, todo podía continuar, sin problemas.

Recuerdo que siempre terminaba frustrado, ya que quería poner al niño Jesús en el pesebre. "No hijito, el niño todavía no nace" me decía la abuela, y lo escondía entre las pajitas del nacimiento.

Es verdad que en Noche Buena corríamos a ver como la abuela recuperaba al niño y lo colocaba en su lugar, iluminado por una estrella de colores.

A qué va todo esto querido lector, es que hoy, a Jesús también, (sin querer, al menos eso quiero pensar), lo escondemos. Lo escondemos detrás de los regalos, detrás de la cena, detrás de la fiesta e incluso a las 12, nos olvidamos quien es el verdadero presente.

Con el tiempo y la rapidez del día a día hemos olvidado encontrarnos con Él, y seguimos jugando a las escondidas con el niño Jesús.

Pongámonos a pensar en ello, en la importancia de encontrarnos en Él, como familia, como individuos, estoy seguro que sentiremos que todo lo demás cobra un nuevo sentido. Aquel regalo, o cena, tendrá relevancia y trascendencia si lo vivimos siendo conscientes que la Navidad no es un tiempo cualquiera, es una fecha en la que podemos nacer con quien nos dio la vida.

A ti te toca contar, pero esta vez hagamos la cuenta regresiva para encontrarnos con el Niño Jesús.

¿Dejarás que se quede "escondido" esperándote, o irás a buscarlo?